lunes, 29 de agosto de 2016

Londres victoriano, de Juan Benet




Crítica del libro Londres victoriano, de Juan Benet

  Hay ciudades que, por muy importantes que hayan sido en diversos siglos, están tan indisolublemente unidas en el imaginario colectivo a un momento histórico concreto que parece que no haya nada en ellas que no remita a ese período. Así ocurre con la Córdoba del califato omeya, con la Florencia del Renacimiento o con la Sevilla de la Edad Moderna, que era punto de sutura obligado entre el Nuevo y el Viejo Mundo.
  Y así sucede también con el Londres victoriano, del que se ocupa el escritor Juan Benet (conocido por ser el autor de la novela Volverás a Región) en este libro. Para muchos de nosotros el Londres victoriano está imbuido de un irresistible halo de misterio, crimen, aventura, brillantez, riqueza, miseria y hollín industrial que varios grandes mitos literarios e históricos, que luego fueron cinematográficos, contribuyeron a crear. De todo eso hay en el libro de Benet, pero no cabe duda de que en distintas proporciones. Sorprenderá al lector que se dedique solo poco más de una página a la inquietante y enigmática figura de Jack el Destripador y que las empresas coloniales narradas se limiten casi únicamente a los sucesos de la guerra en Sudán y al archiconocido episodio de Livingstone y Stanley. El interés de Benet parece inclinarse más hacia lo político (como motivo destacado, la apertura del sistema inglés a una mayor representatividad mediante las sucesivas Leyes de Reforma) y lo social (los ocios y negocios en que las diferentes clases gastan su tiempo), desembocando todo ello en un bosquejo moral de la época, en la que la virtud de la respetabilidad lleva aparejada la práctica de un tipo de hipocresía merecedora de recibir hasta nombre propio y exclusivo: el de cant.
  Se nota el oficio de novelista de Benet no solo en una marcada voluntad de estilo perceptible en la mezcla de registros y en el empleo recurrente de la ironía, sino también en la estructura de la misma obra. El libro, que a vista de pájaro hace una radiografía crítica del reinado de la mítica monarca Victoria, avanza desde su llegada casual al trono hasta su multitudinario y solemne entierro empedrando ese camino con materiales de diversa naturaleza: semblanzas de los personajes sobresalientes del período, narraciones de los episodios más destacables, exposiciones sobre algunos usos y costumbres de entonces, jugosas anécdotas, críticas de arte,… Con todo ello construye Benet un sólido edificio que, no obstante, enamora, como la abadía de Westminster, por la riqueza y variedad de sus detalles.
  Y eso en poco más de doscientas páginas…Como el mismo autor reconoce en la introducción, no nos cuenta nada nuevo que no se haya contado ya, pero lo compensa sobradamente con una prosa y una construcción agilísimas gracias a las cuales el iniciarse en el conocimiento de la Inglaterra victoriana se convierte en un provechoso placer.


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